En el ámbito agrícola, es necesario conocer las diferentes áreas de formación básica de los caballos dentro del ámbito profesional de la cría. El objetivo de este curso es proporcionar los conocimientos necesarios para dominar las técnicas básicas de equitación, la doma de potros y la monta inicial de los mismos.

Sigue leyendo para saber exactamente si el Curso de Domador de Caballos es lo que necesitas para mejorar tu perfil profesional.

El adiestramiento de caballos o la doma equina es el proceso por el que un caballo (o cualquier otro animal de la estirpe equina) se transforma de animal salvaje en un ejemplar que puede ser montado por un ser humano.

Tras este proceso, y una vez que el potro se sienta cómodo con el jinete, comenzará el entrenamiento para disciplinas específicas, como la doma clásica.

Lo primero que hay que tener en cuenta es que el caballo, a lo largo de la historia, nos ha considerado un depredador, por lo que su instinto es huir de cualquiera de nosotros. De ahí la importancia de dar al caballo la confianza que necesita para superar este miedo, infundado desde hace miles de años.

Además, es importante que el potro, en las primeras etapas de su desarrollo, esté en condiciones de vida saludables. En otras palabras, el lugar en el que vive debe estar equipado para satisfacer sus necesidades y poder establecer relaciones sociales con otros caballos. Esta es la única manera de iniciar un proceso de formación eficaz en el futuro.

Aunque todos los métodos de adiestramiento tienen el mismo objetivo final, existen diferencias entre ellos, especialmente en lo que respecta al nivel de fuerza y al respeto por el animal.

Antes de matricularte en un curso domador de caballos, te interesará conocer los diferentes tipos de doma que existen. Aquí te lo contamos.

Doma Tradicional

También conocido como doma gaucha, este método se basa en castigar al caballo. Durante mucho tiempo se creyó que en algunos lugares, como Argentina, este proceso era una tradición que debía mantenerse. Hoy, afortunadamente, muchos de estos sitios han entrado en razón y su uso es cada vez menos habitual.

Sin embargo, su empleo en la historia, y en cierta medida en la actualidad, nos lleva a decir qué es.

El primero de los pasos es atar al potro a un palenque o poste y se le tapan los ojos. Esto es para que no pueda huir y no sepa lo que ocurre a su alrededor. Además, se atan las riendas, las bridas, los estribos y la silla de montar.

A continuación, el domador se sube al animal, utilizando botas con espuelas, y le quita la cinta de la cabeza.

Finalmente, azotando varias veces al caballo y empleando la fuerza de sus piernas, consigue desestabilizar al caballo, que entonces comienza a saltar varias veces. El objetivo es cansar al animal, lo que ocurre después de unos 25 segundos. De este modo, empezará a obedecer al domador para ser domesticado.

Como se puede ver, este es un método que debería ser abolido por el grado de fuerza y violencia que implica, sin mencionar el hecho de que es un proceso que puede ser peligroso y dañino tanto para el potro como para el domador.

Método Join Up

Este sistema, que se traduce como «unión», fue creado y aplicado por Monty Roberts. El objetivo es una unión pacífica entre el caballo y el ser humano.

Según el propio creador, se trata de un proceso que no dura más de una hora, durante el cual finge comunicarse en la «lengua Equu«, imitando la conversación entre una yegua matriarca (papel que interpreta el domador) y el potro a entrenar.

El proceso se basa en escuchar e interpretar las respuestas del caballo y actuar en consecuencia, con el objetivo de que el animal descubra que lo entiende. Se trata, pues, de una técnica basada en la comunicación y en la que la fuerza queda totalmente descartada.

Doma natural, racional o india

Este tipo de entrenamiento implica, en primer lugar, comprender a los caballos y, en segundo lugar, la importancia de ganarse su confianza. Para facilitar este método, se recomienda realizar la llamada «impronta» antes de comenzar la doma (cuyo uso puede complementar cualquier técnica de entrenamiento, pero es el más utilizado en la que aquí se describe).

La impronta o impriting es un proceso por el que el potro consolida o «imprime» determinadas acciones o situaciones en su cerebro como consecuencia de las enseñanzas que la madre y su entorno le proporcionan desde el nacimiento.

Es en este momento de la vida cuando el potro comienza a formar sus primeros vínculos, y aprende a confiar y a no confiar. Y aquí es donde el domador de caballos debe empezar a ejercer su influencia: no como un ser humano que quiere dominar al caballo en el futuro, sino como una persona que se preocupa por el nuevo animal y quiere formar parte de su vida.

De este modo, el potro empezará a vernos como un miembro más de la familia; y también podemos enseñarle a dejarse cepillar, limpiar sus pezuñas y otras actividades similares que reforzarán el vínculo.

Con la instrucción de impronta como base, será más fácil empezar a entrenar. Para ello, se recomienda llevar al caballo a un establo en forma de círculo, sin utilizar la fuerza ni la violencia. El entrenador se quedará con el caballo durante unas horas.

A continuación, el animal es embozado en un conducto para ganado.

El siguiente paso es eliminar cualquier hipersensibilidad de la piel tocándola en el cuerpo. Este proceso también ayuda a fomentar la confianza del caballo en una situación que está experimentando como nueva y extraña (con los miedos y la actitud que esto puede conllevar).

A continuación, se coloca un lazo alrededor del cuello del caballo, es decir, se pone al potro un cabestro. De este modo, el domador empieza a caminar y el potro le sigue.

Cuando el paso anterior funciona de forma coordinada y el caballo está tranquilo, se monta al animal sin silla, normalmente en un corral redondo. Este espacio limita sus posibles fugas y facilita el trabajo.

Por último, se monta al potro en la silla de montar, para que poco a poco se vaya acostumbrando a la presencia del ser humano y refuerce los vínculos de los que hemos hablado desde el principio de su desarrollo.

Como puedes ver, hay muchas maneras diferentes de doma, pero aun así, deben evitarse todas aquellas que impliquen violencia hacia el animal.

Como seres vivos, tienen sentimientos y percepciones de su entorno, el objetivo es que confíen en nosotros: con una enseñanza basada en la sumisión y la fuerza, obtendremos un animal inseguro que nunca podrá confiar y construir un vínculo fuerte con su propietario.

En el curso de entrenador de caballos aprenderás los métodos y las técnicas que se deben utilizar para domar a los caballos, con especial atención a los potros de cuerda según los protocolos establecidos.

El curso online de domador de caballos está dirigido a profesionales del entorno agrario que deseen actualizar, ampliar o desarrollar sus conocimientos en este campo, así como a cualquier persona que desee formarse en este ámbito para desarrollar una carrera profesional como domador de caballos.

Objetivos del curso

En general si vas a estudiar un curso de auxiliar veterinario de animales de granja online tendrás estas asignaturas. Acuérdate de revisar siempre minuciosamente el plan formativo.

¿Cuánto dura un curso de domador de caballos online? Un curso profesional tiene una duración no inferior a unas 500 horas, pudiendo llegar a las 800 horas dependiendo de los módulos principales.

¿Te gustaría saber lo que vas a hacer después de estudiar un curso domador de caballos?

El domador de caballos se encarga de todo el proceso de doma del caballo y de su entrenamiento diario. Este profesional está asistido por un mozo de cuadra, que se encarga del cuidado completo del caballo y de la limpieza de la cuadra. El domador está en contacto directo con los clientes que utilizan sus servicios y con los proveedores de material para el caballo.

Las funciones que hace el domador de caballos son:

Desbrave el potro siguiendo la metodología adecuada

Comenzar el proceso de doma en la cuadra realizando un trabajo de cuerda, en el que el caballo se mueve alrededor del domador, sujetado por este, colocando pequeños objetos en el lomo del animal, empezando por una simple manta sujeta por una cincha y terminando por la silla de montar.

Doma del caballo

Enseñar al caballo técnicas e indicaciones hasta conseguir una perfecta armonía. Emplear diferentes estilos de doma: doma clásica, doma vaquera, doma natural, etc. Desarrollar el cuerpo y las facultades del caballo de forma armoniosa. Enseñar al caballo los diferentes aires hasta conseguir el paso, el trote y el galope correctos.

Gestionar los problemas colaterales que conlleva el proceso de entrenamiento del caballo.

Adaptar la dieta del caballo, planificar la carga de trabajo diaria y el tipo de sesión. Calienta al caballo antes de cada sesión. Trabajar los cavalettis al trote y al paso. Trabajo de cuerda con chambón a los tres aires. Realizar el trabajo de trote con ambas manos. Ejecutar los ejercicios adecuados para alcanzar los objetivos técnicos y físicos fijados, estirar y relajar al animal después del entrenamiento.

No todo el mundo está cualificado para trabajar con animales, por lo que son necesarias ciertas cualidades para formarse y trabajar profesionalmente como domador de caballos.

Las competencias genéricas son las actitudes recomendadas para el ejercicio de una profesión específica. Son transversales y transferibles a una multitud de funciones y tareas. Las principales competencias genéricas del domador de caballos son las siguientes:

Flexibilidad

Es la capacidad de adaptarse y trabajar eficazmente en diversas situaciones y con diferentes personas o grupos. En este sector, el profesional de la doma y el adiestramiento de caballos debe ser flexible para adaptarse a las demandas del mercado y a las nuevas oportunidades de negocio, por ejemplo, adaptándose a la demanda de servicios relacionados con los caballos generada por el sector del turismo rural.

Enfoque en el cliente

La orientación al cliente implica un deseo de ayudar o servir al mismo, de satisfacer sus necesidades. Significa centrarse en encontrar o satisfacer las necesidades de los clientes. El domador debe centrarse en satisfacer al cliente, de acuerdo con sus peticiones, generando confianza y fomentando un clima de comunicación fluida.

Trabajo en equipo y cooperación

El trabajo en equipo y la cooperación implican la intención de colaborar con otros, de formar parte de un grupo, de trabajar juntos, en contraposición al trabajo individual o competitivo. Este profesional de la doma de caballos forma parte de un equipo de personas involucradas en las diferentes etapas del proceso, con las que debe interactuar y coordinarse para alcanzar los objetivos marcados por la empresa o institución. En la escuela de equitación o en la empresa de turismo rural, por ejemplo, las diferentes tareas de cuidado, doma y adiestramiento de los caballos se realizan de forma conjunta, de manera que cada profesional realiza una tarea específica dentro del conjunto de la actividad.

Orientación estratégica

La orientación estratégica es la capacidad de vincular las visiones a largo plazo y los conceptos generales con el trabajo diario. En este sector se observa una evolución de su campo de acción desde un perfil más orientado a la cría o a la competición hasta un mercado dirigido a los particulares que desean disfrutar de su propio caballo o hacer viajes turísticos en un entorno natural-rural. El domador de caballos debe ser consciente de esta evolución del mercado y adaptar su servicio a la demanda.

Hay personas para las que los caballos son una auténtica pasión. En estos casos, un viaje a la escuela de equitación es una oportunidad de oro: por un lado, puede desconectar del mundo y, por otro, puede disfrutar del cariño de su compañero equino.

Hoy en día, hay muchas profesiones que permiten convivir con los caballos a diario. Aunque el amor a los animales es muy importante, hay otro elemento clave a tener en cuenta: la formación. Afortunadamente, es posible trabajar con equinos en todos los niveles de formación: máster, grado universitario, ciclo formativo, cursos de especialización, etc.

Además, el crecimiento de disciplinas como la equinoterapia está dando mayor visibilidad a estos profesionales. En resumen, la carrera de veterinaria es probablemente la más conocida. Pero hay vida más allá de la universidad. Si estás interesado en trabajar con caballos, puedes elegir entre una amplia gama de cursos online, como el Curso de Auxiliar Veterinario de Animales de Granja Online. 

Si lo que te gusta es la doma, el curso de domador de caballos es lo que estás buscando. Aprenderás a manejar el ganado equino durante la doma y el adiestramiento básico con el fin de conseguir la adecuada condición física y psicológica y la correcta disposición del caballo para su posterior iniciación en cada disciplina o modalidad ecuestre, de acuerdo con los criterios de bienestar animal y de prevención de riesgos laborales y protección del medio ambiente.

Entrenar a un caballo puede ser un desafío, ya que requiere tiempo, paciencia y una gran cantidad de esfuerzo. Algunas de las cosas más difíciles de un curso de domador de caballos pueden incluir:

1. Aprender a comunicarse de manera efectiva con el caballo: es importante comprender cómo funcionan los caballos y cómo pueden comunicarse con ellos de manera efectiva. Esto puede incluir aprender a leer su lenguaje corporal y a utilizar señales y comandos de manera consistente.
2. Establecer una relación de confianza y respeto mutuo: para poder entrenar a un caballo de manera efectiva, es importante establecer una relación de confianza y respeto mutuo con el animal. Esto puede ser un proceso largo y requerirá mucha paciencia y dedicación por parte del entrenador.
3. Aprender a manejar a un caballo: además de entrenar al caballo, es importante que el domador sepa cómo manejar al animal de manera segura y efectiva. Esto incluye aprender a montar, a dirigir al caballo y a controlar su velocidad y dirección.
4. Enfrentar obstáculos y problemas inesperados: a veces, los caballos pueden presentar obstáculos o problemas inesperados durante el entrenamiento, como miedo a ciertos obstáculos o comportamientos inapropiados. En estos casos, es importante tener la capacidad de adaptarse y encontrar soluciones creativas.

En general, entrenar a un caballo es un proceso que requiere mucha dedicación y paciencia, pero puede ser muy gratificante y ofrecer una gran satisfacción personal.

A continuación te presentamos algunos ejemplos de lo que podrás hacer después de estudiar un curso domador de caballos.

El entrenamiento de los caballos es una inversión a medio y largo plazo. El domador profesional fijará el tiempo de cada sesión y cobrará en función de los progresos del animal. El precio estándar suele ser de 300 euros al mes, con sesiones repartidas con cierta frecuencia.

También se puede trabajar de domador de caballos por cuenta ajena, por lo que el sueldo medio será de unos 1.300 euros mensuales.

Estas cifras siempre dependen de la experiencia del domador, su formación y el prestigio tanto propio como de la empresa donde pueda trabajar. También influye el lugar, ya que los precios pueden ser muy diferentes de una región o ciudad a otra.

Ana R.: «Después de completar mi Curso de Domador de Caballos, conseguí un emocionante trabajo en un prestigioso centro ecuestre. Esta formación me dio las habilidades necesarias para entrenar caballos jóvenes y difíciles. Hoy en día, disfruto de mi trabajo todos los días, viendo cómo los caballos se convierten en socios confiables para jinetes de todas las edades».

Luis M.: «Decidí inscribirme en el Curso de Domador de Caballos como una forma de combinar mi amor por los caballos con una carrera. Gracias a esta formación, fui contratado en un rancho donde me encargo de entrenar caballos para trabajos agrícolas. Ahora, soy parte de un equipo que realiza labores esenciales en la finca».

María C.: «Siempre soñé con trabajar en espectáculos ecuestres, pero no sabía por dónde empezar. El Curso de Domador de Caballos me proporcionó las habilidades necesarias para entrenar caballos para actuaciones. Gracias a esta formación, ahora participo en eventos emocionantes y llevo el arte de la doma a nuevos niveles».

Carlos S.: «Tomé el Curso de Domador de Caballos como una forma de mejorar mis habilidades de equitación y de manejo de caballos. La formación no solo me ayudó a mejorar en estos aspectos, sino que también me abrió puertas en una escuela de equitación local, donde enseño a jóvenes jinetes a montar y cuidar de sus caballos.