¿Por Qué Mi Gato Vomita Agua? ¿Qué Hago?; Los gatos pueden vomitar por multitud de motivos y lo que vomitan puede ser igual de variado. Sin embargo, el agua o el líquido claro pueden ser signo de una enfermedad grave. El vómito en sí es lo que se considera un síntoma inespecífico. Puede estar asociado a toda una serie de problemas de salud. Algunos de ellos pueden ser reacciones alérgicas, obstrucciones internas, pancreatitis, insolación/hipertermia, hipotermia, infecciones parasitarias, enfermedades hepáticas, envenenamiento, estrés, depresión o incluso ansiedad.

Pero, ¿cuál puede ser la causa concreta de que tu gato vomite agua o un líquido claro?

Puede ser difícil distinguir entre agua y líquido claro. El vómito de líquido claro es señal de que el gato está expulsando líquido del tubo digestivo. En ocasiones, si tu gato vomita justo después de beber una gran cantidad de agua, también vomitará líquido claro, el agua que acaba de beber. Cuando un gato bebe demasiada agua demasiado deprisa, el estómago se llena de agua, se estira y se agranda, lo que provoca que vomite agua. Las afecciones que pueden provocar un aumento de la sed y, en consecuencia, un mayor consumo de agua son las enfermedades renales, el hipertiroidismo y la diabetes mellitus. Otras causas de que un gato vomite agua son el mareo por movimiento, las bolas de pelo, la gastritis, etc.

1 Bolas de pelo

Los gatos son animales meticulosamente limpios por naturaleza y se acicalan durante gran parte del día. Cuando tu gato se acicala, unas diminutas estructuras en forma de gancho que tiene en la lengua atrapan el pelo suelto y muerto, que luego se traga. La mayor parte del pelo pasa por el tubo digestivo sin problemas, pero a veces se queda en el estómago y forma una bola de pelo.

Lo habitual es que los gatos vomiten agua o líquido claro antes de formar una bola de pelo. Aunque vomitar líquido claro con una bola de pelo ocasionalmente puede ser normal y no preocupante, es importante tener en cuenta que las bolas de pelo no deben ser frecuentes, dolorosas ni difíciles de expulsar para tu gato. Para ayudar a prevenir las bolas de pelo en tu gato, existen suplementos dietéticos de venta libre, en forma masticable o de gel. Adoptar un programa de cepillado regular y hacer que tu gato se sienta cómodo con el cepillado también puede ayudarle a deshacerse del pelo suelto que pueda ingerir al acicalarse.

2 Cambios en la alimentación y la dieta

Cuando hay un cambio en el horario de alimentación de tu gato, si se salta una comida o come más tarde de lo normal, puede vomitar agua o líquido claro.

Además, es posible que hayas cambiado la comida de tu gato demasiado deprisa. Al cambiar a tu gato a una nueva dieta, se recomienda hacerlo gradualmente a lo largo de un periodo de cinco a siete días, disminuyendo gradualmente la cantidad de comida actual del gato mientras se aumenta la cantidad de comida nueva.

Tu gato puede comer demasiado deprisa, y esto puede provocar vómitos claros o vómitos con agua con presencia de comida. Si tu gato es un gato que suele «comer y vomitar» o si tiene sensibilidad intestinal, eso puede estar provocándole vómitos de comida parcialmente digerida o no digerida. Si tu veterinario ha descartado otros problemas médicos y cree que lo que vomita tu gato es realmente comida, es posible que quiera que pruebes con él un alimento comercial para sistemas sensibles. Si tu gato sigue teniendo problemas para vomitar comida con esta dieta especial, puede que entonces quieras ponerle una dieta estricta a base de proteínas hidrolizadas.

El veterinario también puede sugerirte rompecabezas de comida para poner remedio a los vómitos de agua. Los rompecabezas de comida son una gran fuente de juego y enriquecimiento para tu gato. Cada vez hay más puzzles de comida fabricados en el mercado que estimulan tanto el instinto depredador como el de búsqueda de comida de tu gato. La ventaja añadida de los puzzles de comida para un gato que vomita su comida de forma crónica es que ralentizan el tiempo de comida, de modo que el gato no puede comer demasiado deprisa y luego enfermar por ello.

3 Indigestión

Al igual que en las personas, el estómago de un gato produce diversos jugos gástricos, así como ácido clorhídrico, para digerir su comida. Sin embargo, si un gato se salta una comida por algún motivo, o si no se le da de comer a tiempo, esa acumulación de jugos y ácido puede irritar el estómago y provocar el vómito de agua tu gato. Los gatos con indigestión pueden vomitar líquido claro, espuma amarilla y espuma blanca. Si tú y tu veterinario sospecháis que los vómitos de tu gato se deben a una indigestión, el veterinario puede sugerir que le alimentes con comidas pequeñas y frecuentes a la misma hora a lo largo del día para aliviar la acumulación de ácido estomacal.

4 Gastritis

Si tu gato es de los que se meten donde no deben, es posible que se haya irritado el estómago con algo que ha comido. Cuando esto ocurre, es posible que, además de vomitar sangre y/o bilis, vomite agua o líquido claro. Tu gato también puede mostrar una disminución del apetito, una actitud depresiva, letargo o deshidratación. Tu veterinario sabrá qué hacer si tu gato vomita a causa de una gastritis.

– Parásitos

– Estreñimiento

– Una obstrucción de material extraño en el tracto intestinal

– Ingesta de una toxina

– Trastornos metabólicos como diabetes, enfermedad renal e hipertiroidismo

Algunos propietarios pueden describir a su gato como «vomitón», pero hay que tener en cuenta que los vómitos frecuentes nunca son normales en un gato. Vomitar más de una vez a la semana es sin duda un signo de problema. Si tu gato vomita líquido claro o agua varias veces y/o junto con otros síntomas como falta de apetito, pérdida de peso, letargo o diarrea, debes pedir cita con tu veterinario inmediatamente. Tu veterinario querrá empezar con un examen físico, comprobando las constantes vitales de tu gato y palpando su abdomen. Tras un examen exhaustivo, es posible que el veterinario también quiera hacerle algunas pruebas, como análisis de sangre y radiografías.

Los análisis de sangre comprobarán la función de los órganos de tu gato, asegurándose de que no haya signos de enfermedad hepática o renal, así como los niveles de glóbulos rojos y plaquetas de tu gato. Un estudio radiográfico comprobará si hay líquido en el abdomen que pudiera ser sangre y también puede mostrar patrones de gases intestinales que podrían ser indicativos de una obstrucción.

Según lo que detecte el médico, tu gato puede requerir hospitalización para fluidoterapia y cuidados de apoyo, o puede que sólo necesite tratamientos ambulatorios y medicación oral para volver a casa. Si tu veterinario sospecha que tu gato tiene una obstrucción intestinal, es posible que necesite una intervención quirúrgica para eliminar la obstrucción, sea cual sea.