No, los perros no pueden comer cebolla, es muy tóxica para los perros. Conozca qué ocurre cuando los perros ingieren cebollas y por qué debe evitar dárselas a su perro.

No, los perros no pueden comer cebollas de forma segura. Las cebollas, ya sean crudas, cocidas, frescas o deshidratadas, son altamente tóxicas para los perros debido a la presencia de compuestos llamados tiosulfatos. Estos compuestos pueden causar daño a los glóbulos rojos de los perros, lo que puede conducir a un trastorno conocido como anemia hemolítica, una condición potencialmente grave que puede ser fatal si no se trata.

Incluso una pequeña cantidad de cebolla puede ser perjudicial para los perros, y los síntomas de toxicidad por cebolla pueden incluir vómitos, diarrea, letargo, dificultad para respirar, debilidad, falta de apetito y orina de color oscuro o rojo debido a la destrucción de los glóbulos rojos.

Es importante evitar que los perros accedan a cualquier cantidad de cebolla, ya sea en forma cruda, cocida o como ingrediente en otros alimentos, como guisos, salsas, condimentos, alimentos para llevar o productos horneados. Incluso los productos que contienen pequeñas cantidades de cebolla en polvo, extracto de cebolla o saborizantes de cebolla deben evitarse por completo.

Si sospechas que tu perro ha consumido cebolla, es importante buscar atención veterinaria inmediata, especialmente si presenta síntomas de intoxicación. Un veterinario puede realizar pruebas para determinar la gravedad de la exposición y proporcionar el tratamiento adecuado, que puede incluir terapia de fluidos, terapia de soporte y, en casos graves, transfusiones de sangre.

Todos los miembros de la familia de plantas Allium contienen un compuesto llamado disulfuro de N-propilo. Dado que los perros carecen de la enzima necesaria para digerirlo correctamente, el compuesto de azufre del disulfuro de N-propilo puede unirse a la proteína de la hemoglobina de los glóbulos rojos del perro, provocando una falta de distribución de oxígeno en la sangre y una descomposición general de los glóbulos rojos conocida como hemólisis. Las células forman entonces grupos llamados cuerpos de Heinz. El organismo del perro identifica los cuerpos de Heinz como perjudiciales y se esfuerza por erradicarlos. Si este daño oxidativo continúa, se produce una anemia hemolítica, es decir, una reducción del número de glóbulos rojos a un ritmo más rápido que su reproducción.

¿Pueden los Perros comer Cebollas?.- No, los perros no pueden comer cebolla. Si su perro come regularmente incluso pequeñas cantidades de cebolla, las consecuencias pueden acumularse con el tiempo.

Aunque no suele ser mortal si se trata a tiempo, la acumulación de disulfuro de N-propilo puede empeorar exponencialmente. Los retrasos en el tratamiento pueden crear casos graves de intoxicación, que requieren oxígeno administrado médicamente o transfusiones de sangre.

Conozca los síntomas generales de la toxicidad de la cebolla para saber cómo detectar los signos en su perro.

1. Frecuencia cardíaca elevada: La hemólisis causada por la ingestión del compuesto de azufre de las cebollas reduce la capacidad de transporte de oxígeno de los glóbulos rojos. Su perro puede mostrar una frecuencia respiratoria elevada y un aumento del ritmo cardíaco para intentar compensar la falta de oxígeno.
2. Letargo: La falta de oxígeno puede hacer que los perros estén cansados. Este es un síntoma común de la anemia y puede aparecer poco después de que su perro comió cebollas, pero también puede comenzar unos días después.
3. encías pálidas: Las encías pálidas son un signo de que la toxicosis ya ha causado una reacción anémica y, en general, es una buena práctica de salud de las mascotas notar las encías pálidas como una señal de que algo está mal. Llame a su veterinario para que realice un análisis de sangre si las encías de su perro no son rosadas, para determinar si existe un problema anémico.
4. Problemas abdominales: Cualquier síntoma digestivo inusual y recurrente, como los vómitos, la pérdida de apetito o la diarrea, puede ocurrir con la intoxicación por cebolla.

Está bien que de vez en cuando alimente a su perro con comida para humanos además de con comida para mascotas. Entre las verduras adecuadas como golosinas para perros están los pepinos, las zanahorias, el apio y el brócoli. Las coles de Bruselas y el repollo también son estupendos, aunque darles demasiado puede provocarles gases. Las judías verdes son estupendas y pueden mezclarse fácilmente con la comida del perro; sin embargo, vigile el contenido de sal si le da judías verdes de lata, ya que un exceso de sodio puede provocar otros problemas de salud.