Los Perros pueden Comer Algas Marinas; Complementar la alimentación habitual de su perro con una alga marina puede aportar a su compañero nutrientes que pueden potenciar numerosos aspectos de su salud general. Conozca los pros y los contras de las algas marinas para perros.

Las algas contienen muchos nutrientes que son beneficiosos tanto para los humanos como para los perros. En pequeñas cantidades desecadas y cuando se obtienen de una fuente de confianza, las algas pueden ser una adición saludable a la dieta de su perro.

Suaves y flexibles en el agua, las algas suelen secarse para su conservación. Estos son algunos de los tipos de algas comestibles más populares que consumen los humanos y que también son adecuados para los perros.

Los perros pueden comer algas marinas como estas entre otras

1. Dulse: Esta alga rojiza procede de las aguas más frías del norte de los océanos Atlántico y Pacífico, donde crece adherida a las rocas. Recolectada por primera vez en Escocia e Islandia hace más de mil años, la dulse tiene una textura suave y correosa. Se vende en copos secos, triturados o molidos.
2. Kombu: más famoso por su papel en el dashi (caldo), el kombu es un sabroso tipo de alga que se vende en largas tiras. Hokkaido, la isla más grande de Japón, es uno de los mayores productores de kombu, pero también abunda en la costa de California. Puede preparar un sencillo dashi con kombu y katsuobushi (copos de bonito) o iriko (anchoas secas) y utilizarlo para humedecer las croquetas de su perro. Evite las setas shiitake secas (otro ingrediente popular del dashi), ya que pueden ser tóxicas para los perros.
3. Hijiki: El hijiki es un alga marrón que se vuelve negra al secarse y que tiene el aspecto de pequeñas y finas ramitas. Crece en las costas rocosas de China, Japón y Corea. El hijiki es muy popular en las ensaladas de algas; para incorporarlo a la dieta de su perro, rehidrate las algas secas y añada un poco a su comida.
   Musgo de Irlanda: Esta alga púrpura y roja es originaria de las costas atlánticas de Norteamérica y Europa. El musgo irlandés se parece a un árbol en miniatura, con ramas que salen del tallo. Se puede encontrar en polvo o en gel.
4. Nori: Los perros pueden comer algas marinas como el nori, también conocida como alga púrpura, el nori es un alga de color rojo púrpura intenso que se vuelve verde oscuro al secarse. Se suele tostar y prensar en hojas de nori secas, de forma similar al proceso de fabricación de papel. Es el tipo de alga más conocido en el mundo occidental: Los restaurantes japoneses utilizan el nori para envolver los rollos de sushi y los onigiri (bolas de arroz). Las hojas de nori secas son un excelente tentempié para los perros con moderación; elija las variedades sazonadas simplemente con sal (o sin nada).
5. Wakame: Aunque son más conocidos por servir de hábitat a diversas especies marinas en las aguas costeras poco profundas de todo el mundo, los bosques de algas (Laminaria) también proporcionan una especie de alga comestible conocida como wakame. El alga wakame, también conocida como mostaza de mar, es un alga de color verde oscuro que se encuentra en la sopa de miso. Tiene un sabor dulce, una textura sedosa y es una buena fuente de ácidos grasos omega-3.

Según el tipo de alga que elija, puede contener nutrientes como ácidos grasos omega-3, yodo (esencial para la producción de la hormona tiroidea), hierro, magnesio, calcio y varias vitaminas (como la vitamina A y la vitamina B12) que pueden mejorar la salud de su perro.

Al considerar la adición de algas marinas a la dieta de su perro, es esencial tener en cuenta el origen y los ingredientes. Esto es lo que debe saber:

1. Mejor sin nada que con condimentos. Los aperitivos de algas destinados al consumo humano pueden contener aditivos y condimentos como el ajo y la cebolla, que son tóxicos para los perros. Las algas en polvo sin condimentar son probablemente la opción más segura como suplemento para su mascota.
2. Nunca deje que su perro coma algas silvestres. Las algas que se encuentran en la playa se encogen con el sol y pueden expandirse en el sistema digestivo de su perro, pudiendo causar una obstrucción grave. Además, pueden contener contaminantes y otras formas de vida marina potencialmente perjudiciales para su perro. Por último, puede provocar a su perro una intoxicación por sal. En resumen, tu perro no debería comer las algas que encuentre en la playa, y si lo hace, considera la posibilidad de contactar con tu veterinario.
3. Una pequeña cantidad es suficiente. El alga marina y el nori contienen trazas de arsénico y mercurio, respectivamente, por lo que, en lo que respecta a las algas, tu perro no puede comer demasiada cantidad. Tenga en cuenta que los suplementos de algas destinados a los humanos pueden no ser seguros para los perros.

Los perros pueden comer algas marinas, pero, consulte siempre a su veterinario antes de añadir un nuevo alimento a la dieta de su perro. Si su veterinario está de acuerdo, compre hojas de algas que desmenuce usted mismo o pruebe a dar a su perro bocadillos de algas sin demasiados condimentos añadidos. Simplemente espolvoree una pequeña cantidad de algas secas (no más de una cucharadita) en la comida de su perro.

Después de introducir las algas en su perro, controle sus niveles de energía, sus heces y su comportamiento en general para ver si experimenta una reacción alérgica o tiene cualquier otra reacción adversa al suplemento.